viernes, 27 de marzo de 2015

Marchito instante.

Vencer al dolor es lo único que separa el éxito del fracaso. Cada gota de salado llanto derramado, cada grito ahogado, cada corazón roto, será positivo o negativo si conseguimos dar el siguiente paso, si no nos achantamos ante la vida. No hay mal que por bien no venga, si no te enredas en dicho mal, si no echas el ancla en las turbulentas aguas de la desesperación y el pesimismo. La vida se resume en superar las montañas que surgen a nuestro paso. Si te quedas a mitad de la cuesta, no podrás disfrutar ya de la bajada. Son oportunidades que pierdes, y que no recuperas. Luego, carpe diem, para lo bueno y para lo malo. Porque en lo efímero del instante está la eternidad de la felicidad, y si dejas escapar oportunidades, podrías esta dejando escapar con ellas tus expectativas, tus sueños, y tu futuro.


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