+ Andaba buscándome por donde no era. Encontré a muchas personas, pero no a mi mismo.
-Quizás doblaste la esquina equivocada.
+ El problema no está en la esquina, sino con quien la doblas. ¿Me entiendes? Somos piezas de puzzle, solo encajaremos perfectamente con una o dos piezas más. Así es el ser humano, solitario e independiente al noventa y nueve por ciento. Y ese uno por ciento restante corresponde a la persona indicada. Equivocarte en esto equivale a la soledad absoluta.
-Luego, el uno por ciento es el porcentaje del amor.
+El uno por ciento es mas bien el de la comprensión, la confianza y la dependencia. El amor es mucho más que eso, pues es capaz de revertir los porcentajes. El amor encoje nuestro mastodónico porcentaje de independencia y soledad, y agranda el porcentaje de comprensión, confianza y dependencia, hasta el punto de no poder vivir sin la persona en cuestión, sin tu otra pieza de puzzle.
-Entonces amigo, si tan claro lo tienes, ¿por qué te perdiste?
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