Desatino vital.

Si no tienes proyecto de vida estás perdido. Si tu sentir es un callejón sin salida, date por loco, por sufridor, por romántico del dolor. Si no eres mas que una sombra de tu antaño, desea el fatalismo último, el último suspiro, el fugaz llanto de una estrella de pesimismo y desesperación. No eres nadie si no vas a ningún lado. No eres corpóreo, no eres superhombre, no eres hombre, no eres persona. Eres apenas el terco y áspero puñal que atraviesa la existencia, eres un efímero caminante de la vida, eres algo sin rumbo ni futuro. Solo serás avital y atemporal. Apenas un humor maligno, un quiste en el lomo natural, un beso no correspondido en un portal, un ansioso loco deseoso del limbo, un triste y melancólico niño sin juguete ni hermano, un solitario acueducto romano, el final de todo y el inicio de nada. Hay un instante en el que te ves solo, aislado, sin amigos, sin amor, sin empatía ni calor. Estarás aislado hasta de ti mismo. No te entiendes, y odias todo lo que representas, por no saber lo que piensas, ni lo que cree la gente que piensas. Solo eres un bote vacío, eres el tintero rebosante de tinta transparente, el insensible reflejo del espejo, la oscuridad de Las Marinas, lo inteligible del intelecto, la locura del genio. Eres insondable e impenetrable, y reflejo de desesperación.